En 1883 empezó a venderse en Francia un antiguo rompecabezas oriental, rescatado para occidente por el profesor N. Clauss (de Siam)y cuyas primeras referencias eran los escritos del ilustre mandarín Fer-Fer-Tam-Tam. Este juego tiene su origen en un monasterio Tibetano y consistía de 64 fichas, la leyenda decía que cuando se lograban mover las 64 fichas siguiendo las reglas el mundo se iba a terminar.
La versión simplificada que se vendía en Francia se componía de ocho discos de madera. En realidad la Torre de Hanói y la leyenda india habían sido inventadas por el matemático francés Édouard Lucas.
Un poco de historia...
Según la leyenda, en una ciudad vetusta los monjes de un templo tenían que mover una pila de 64 discos de un lugar a otro. Los discos eran frágiles; solamente era posible mover un disco a la vez, y no se podía colocar un disco más grande sobre uno más pequeño. Además, había solamente una parte del templo (además del lugar original y la última destinación) suficiente sagrada para meter una pila de discos.
Con la ayuda de esta tercera parte sagrada del templo, los monjes empezaron a mover los discos desde la pila original hacia la pila nueva, siempre manteniendo las pilas con los discos más grandes hacia abajo, y los más pequeños hacia arriba. Se dice que antes de que los monjes pudieran hacer la jugada final y rehacer la pila nueva en el nuevo lugar, el templo se convertiría en polvo y se terminaría el mundo.
¿Es verdad esta leyenda? Para responder, hay que adivinar cuánto tiempo se necesitaría para que los monjes pudieran terminar su trabajo. Esto se aprende jugando con una colección de discos y tres palitos en que se puede colocar los discos. El juego nos ayuda a encontrar el mínimo número de jugadas necesarias para mover todos los discos. Luego veremos si podemos encontrar un diseño en el número de jugadas requeridas para los números diferentes de discos, y emplearemos este dato para pronosticar los días necesarios para mover 64 discos.
Las Reglas
El juego consiste en pasar todos los discos de la varilla ocupada (es decir la que posee la torre) a una de las otras varillas vacantes. Para realizar este objetivo, es necesario seguir tres simples reglas:
La versión simplificada que se vendía en Francia se componía de ocho discos de madera. En realidad la Torre de Hanói y la leyenda india habían sido inventadas por el matemático francés Édouard Lucas.
Un poco de historia...
Según la leyenda, en una ciudad vetusta los monjes de un templo tenían que mover una pila de 64 discos de un lugar a otro. Los discos eran frágiles; solamente era posible mover un disco a la vez, y no se podía colocar un disco más grande sobre uno más pequeño. Además, había solamente una parte del templo (además del lugar original y la última destinación) suficiente sagrada para meter una pila de discos.
Con la ayuda de esta tercera parte sagrada del templo, los monjes empezaron a mover los discos desde la pila original hacia la pila nueva, siempre manteniendo las pilas con los discos más grandes hacia abajo, y los más pequeños hacia arriba. Se dice que antes de que los monjes pudieran hacer la jugada final y rehacer la pila nueva en el nuevo lugar, el templo se convertiría en polvo y se terminaría el mundo.
¿Es verdad esta leyenda? Para responder, hay que adivinar cuánto tiempo se necesitaría para que los monjes pudieran terminar su trabajo. Esto se aprende jugando con una colección de discos y tres palitos en que se puede colocar los discos. El juego nos ayuda a encontrar el mínimo número de jugadas necesarias para mover todos los discos. Luego veremos si podemos encontrar un diseño en el número de jugadas requeridas para los números diferentes de discos, y emplearemos este dato para pronosticar los días necesarios para mover 64 discos.
Las Reglas
El juego consiste en pasar todos los discos de la varilla ocupada (es decir la que posee la torre) a una de las otras varillas vacantes. Para realizar este objetivo, es necesario seguir tres simples reglas:
- Sólo se puede mover un disco cada vez.
- Un disco de mayor tamaño no puede descansar sobre uno más pequeño que él mismo.
- Sólo puedes desplazar el disco que se encuentre arriba en cada varilla.